Al hablar de la
elaboración de proyectos u obras en donde el objetivo principal será el aprovechamiento
de los recursos hídricos, es importante tomar en cuenta, reconocer y estudiar a
fondo las pérdidas de agua que se produzcan por el efecto de la evaporación que
puede surgir en distintas superficies libres de agua, como lo son los embalses,
así como también en sistemas de conducción y distribución de agua, o también en
las superficies húmedas que puede contener nuestra área o zona de estudio. Pero
no solo la evaporación es una de las variables más importantes en este tipo de
proyecto, puesto que la perdida de agua que se produce por la transpiración de
las plantas también debe ser considerada a grandes rasgos en proyectos u estudios
sobre sistemas de riegos. El estudio cuidadoso de estas importantes variables
dará como resultado un mejor balance hídrico, entre ofertas y demandas, además
de contar con valores más exactos que nos ayudarán a mejorar el diseño de las
estructuras que se requiera para el aprovechamiento de los recursos hídricos.
Conocemos a la evaporación
como aquella acción o proceso mediante el cual el agua pasa del estado líquido
al estado gaseoso, luego de ello, el agua, en este nuevo estado, termina su
recorrido en la atmósfera. Por otro lado, la transpiración viene a ser aquella pérdida
de agua que producen las plantas al momento de exhalar a través de esporas o
poros en forma de vapor. Para el estudio de la evaporación y la transpiración
se suele relacionar ambas variables para dar nacimiento a la evapotranspiración.
La evapotranspiración
potencial y real viene a ser aquel término mediante el cual podemos expresar la
tasa de evapotranspiración en toda la cuenca de estudio, sin embargo, es importante
considerar que para esto se asume que en la cuenca siempre se tiene una humedad
óptima y permanente, en la cual se realizará el efecto de la evaporación desde
el suelo húmedo y la transpiración desde las plantas existentes en la cuenca. La
evapotranspiración potencial es la que representa la capacidad evapotranspirante
que presenta la atmósfera en el suelo de la cuenca en estudio. Para poder estudiar
la evapotranspiración es necesario relacionar las propiedades que presenta un
determinado cultivo, desde su densidad que presenta (capacidad de llenar toda
el área de terreno) hasta la permanencia que tiene en la cuenca. Cuando
hablamos de evapotranspiración real, debemos entender que esta en la que relaciona
la tasa de pérdidas limitada con la humedad real del suelo. Este término es
importante para realizar los balances hídricos dentro de la cuenca, puesto que,
si tenemos que la precipitación efectiva es mayor que la evapotranspiración
real, entonces podrá existir ganancias de agua tanto para proyectos o para
aumentar la humedad de suelo, así como también la alimentación necesaria para
la recarga de acuíferos dentro de la cuenca.
COMO MEDIR Y ESTIMAR LA EVAPORACIÓN
El conjunto de
variables más importantes que son necesarias para la evaporación es: viento,
radiación solar, temperatura y gradiente de presión de vapor. Para poder medir
la evaporación que sufre cualquier superficie libre de agua podemos contar y
hacer del tanque evaporímetro. El tanque evaporímetro viene a estar conformado
por un tanque circular al cual se le introduce agua y se va mediando la evaporación
mediante la identificación y lectura de los tirantes que son variables en distintas
horas. Estas lecturas de los tirantes se realizan gracias a la presencia de un
tubo de reposo instalado del tanque evaporímetro, sin embargo, siempre se debe
tener en cuenta que la precipitación ocurrida dentro del tanque evaporímetro representará
ingreso de agua al sistema y por lo tanto se le debe restar el valor registrado
en el pluviómetro de la misma estación.
Para poder estimar
la evaporación existen varios métodos entre simples y complicados que dependen
del tipo de información con la que se está trabajando y a la que es accesible
según sea la zona de estudio. Los métodos que se usan con mayor frecuencia son:
- El método del balance de energía: Esta metodología consta del uso de la ecuación de continuidad que relaciona variables de presión de vapor de saturación para la temperatura del aire en la zona de intercambio, presión de vapor de saturación para la temperatura del aire atmosférico, temperatura del aire de la zona y de la atmósfera, radiación solar incidente y reflejada, velocidad del viento y la evaporación que se registra en un día.
- El método aerodinámico: Esta metodología se basa en el estudio de ecuaciones empíricas que relacionan a la evaporación con las variables atmosféricas. La ecuación más utilizada es la Meyer, que la relaciona variables de presión de vapor media mensual y de saturación media mensual, velocidad media mensual del viento que ocurre a 10 metros del suelo.
- El método de los evaporímetros: Esta metodología es la más simple y usada con frecuencia debido a la disponibilidad de los registros realizados en los evaporímetros.
COMO MEDIR Y ESTIMAR LA TRANSPIRACIÓN
Para poder medir
la transpiración que realizan las plantas, se requiere de una gran variedad de
pequeñas muestras que serán estudiadas en laboratorios, se realiza mediante el
fitómetro, es semejante a un macetero y la transpiración es determinada según
sea el incremento de la humedad en la zona confinada, durante todo el ciclo
vegetal de la planta.
COMO MEDIR Y ESTIMAR LA EVAPOTRANSPIRACIÓN
La evapotranspiración
es la variable más importante dentro de los estudios para proyectos de riego. Para
poder medir la evapotranspiración es necesario el uso de lisímetros, los cuales
consisten en recipientes enterrados de paredes verticales. La evapotranspiración
real puede estimarse haciendo uso de la ecuación del balance, relacionando variables
de humedad y temperatura.
Una de las metodologías
más empleadas para la determinación de la evapotranspiración potencial es el
método de Pennan modificado. Esta ecuación es la relaciona variables de radiación,
humedad, viento, presión saturante de vapor de agua y velocidad del viento.
Para la determinación
de la evapotranspiración real se hace de los coeficientes de uso consuntivo de
suelo (Kc), los cuales pueden estimar a partir de las fases en las que se
encuentre un determinado cultivo. Estas fases se dividen en: fase inicial, fase
de desarrollo, fases de mediados del periodo vegetativo y fase de finales de periodo
vegetativo. Para determinar el valor de Kc según su fase se debe contar con la
fecha en la se realiza la siembra del cultivo, además de contar con el periodo
total vegetativo del cultivo.
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